Más estable que -stable

Al parecer, lo que empezara a conocerse allá por la versión 2.6.16 del kernel Linux como -longterm para referirse a versiones de éste con soporte extendido ha dado muy buenos resultados. Varias han sido las versiones que han gozado de este beneficio y han sido adoptadas por muchas distribuciones como su kernel principal.  Hasta ahora la decisión de que kernel se mantiene como -longterm depende de Greg Kroah-Hartman. Sin embargo, desde que comenzaron a mantenerse versiones -longterm se carece de un marco formal. Simplemente una versión particular se comenzaba a utilizar mucho y solo se le aplicaban parches conocidos por su estabilidad en otras versiones. Esto simplificaba el trabajo y permite a las distribuciones ajustar sus ciclos de desarrollo.

Esta semana, Greg ha presentado un plan de formalización para las versiones -longterm donde se selecciona una versión cada año y se mantiene por dos años. La versión -stable del kernel no será modificada en cuanto a su ciclo de desarrollo permitiendo a las distribuciones para escritorios y comunidades brindar soporte a hardware nuevo rápidamente.

Veremos que pasa durante los próximos días pero por el gran éxito que han tenido las versiones -longterm, no dudo que se implemente.

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